Argentina, los
holdout, y Sartre hasta en la sopa. Aceptar la libertad del otro es
el primer paso para librarnos de la desinformación:“Estamos
sometidos a la mirada del otro”
“Las
lecciones para el mundo” es el subtítulo que el periodista Thomas
Fischermann utiliza para su artículo en el diario Zeit, de Alemania,
haciendo alusión a la importante lección que las naciones
endeudadas deberían aprender. Este artículo, que ocupa casi una
página de la sección de política de este diario de gran tirada, se
centra sobre, y describe, un desfigurado panorama de la situación
del estado Argentino y los Holdouts (así se los nombra en este
artículo a los Fondos Buitre).
Un débil oleaje
llega a las costas teutonas. Cada tanto se lee en algún diario
alemán de importante tirada, un artículo sobre economía y/o
política, referido a la disputa entre el estado argentino y los
fondos buitre (llamados, en estos artículos, holdouts). Estas
esporádicas referencias suelen estar plagadas de agentes
desinformantes.
Lo más
importante en la compleja tarea de desinformación, es encontrar una
linda tela para cubrir el tema a desinformar. Las falacias serían
sólo el decorado de esta tela, son fáciles de encontrar, se las
puede criticar y desestimar sin mayores problemas. Pero, cuando el
desinformador es realmente astuto, pondrá al alcance del lector
crítico todas las falsas pistas que sean necesarias, llenará su
argumento de falsedades, para que el lector recorra el camino de la
crítica (gustoso de poder hacerlo satisfactoriamente) y se
desentienda del tema que realmente se esta encubriendo.
Fischermann teje
en su artículo, una fina red condescendiente con el lector de turno.
Si el lector ha tomado una posición al respecto (puede que ni le
interese el tema), cualquiera sea su postura, el artículo se encarga
de ensalzar su lectura. Para quienes defienden férreamente a quien
“puso el dinero, y no se lo devuelven”, se refiere Fischerman a
los fondos buitre como holdouts, habla de porcentajes, deudores e
intereses; y omite, a su vez, la legalidad o ilegalidad de lo
anteriormente enumerado, los orígenes de la deuda, la integridad de
los intereses y de los interesados.
Por otra parte,
si el lector ha tomado posición por el estado argentino, el
periodista alemán tiene también una batería de elogios: se refiere
al ministro de economía argentino como “el político más
peligroso de América Latina” (en un claro tono positivo),
construye argumentos a favor y en contra de las deudas externas
(siendo ambos, los pro-argumentos y contra-argumentos, siempre a
favor), y se apiada de las débiles estructuras económicas, propias
de los países endeudados, para los cuales aventura una solución: no
deberían endeudarse en primera instancia. Sin mencionar, en ningún
momento, que las naciones endeudadas son muchas (potencias incluso),
pero no todas pueden costear su crisis.
En esta empresa
de complacer a todo lector que si quiera se acerque a esta nota, el
periodista alemán Thomas Fischermann ha escrito una artículo
desinformativo plagado de falsas direcciones, cumpliendo su fín
último: conducir al lector crítico hacia pantanos de falacias y
argumentos sin sentido.
En
el artículo del diario Zeit, jamás se nombra la crisis de soberanía
que sufren los países endeudados, o la génesis fraudulenta de estas
deudas. Se parte de la base (a
priori)
de que los países se endeudan, porque sus economías están flojas
(cuando la premisa podría ser: estas economías son débiles, porque
pasan décadas y décadas endeudadas). Y tampoco se tiene en cuenta,
por suspuesto, el aspecto jurídico, no menor, ya que en caso de
Argentina, esta disputa de soberanía (porque es eso lo que se
dirimen las partes) pretende resolverse por medio de
“un
gris juez de distrito de Nueva York (EEUU), totalmente ideologizado y
alejado de los criterios de razonabilidad que siempre caracterizaron
los fallos del sistema del "common law".“
(cito, según mi asesor jurídico personal).
Gombrowicz
nos cuenta sobre Sartre, y dice: „La mirada del otro es contraria a
nuestra libertad, nos define. Pero solamente al reconocer la libertad
del otro me libero de su mirada“. Para cada escritor francés,
debería haber un escritor polaco que lo interpretace. Esta frase
sintetiza la profundidad sartriana
y la terrenalidad gombrowicziana
(gombrowicziana,
que palabra fea).
Cuando el diario
Zeit publica esta nota, avala el proceso de desinformación, y juega
a favor de los capitales feroces que pretenden vivir en una burbuja
de especulaciones, sin reparar (si quiera pensar) en los problemas de
la realidad, esos que azotan a las naciones endeudadas, a sus
pueblos.
Esta claro que
“la mirada del otro es contraria a nuestra libertad”, ya que
pretende definirnos. Y es cierto que sólo reconociendo la libertad
del otro (es decir su decisión de definirnos), podemos liberarnos de
su mirada. En este texto reconozco la mirada ajena, y, en tanto la
reconozco, entiendo cómo es que pretende este diario alemán
definirme como argentino: deudor, incapaz, inmutable, y, ¿peligroso?
Esta bien. “No
se preocupe Pettoruti” (podrían decirme), “que, si bien este
periodista publicado en este diario piensan esto sobre nosotros y
sobre nuestro conflicto, más importante es lo que uno decida, lo que
el estado argentino logre o no logre en este caso, luego, los de
afuera son de palo.” No me convence, me quedo con las palabras
de Sartre habladas por Gombrowicz, leídas por mi.
Este oleaje
desinformativo es sólo (y nada más ni menos, a su vez) una de las
tantas miradas de los otros de las cuales sabremos liberarnos
y citar, cuando sin remedio alguno contra la peste de la realidad, el
diario Zeit publique y titule nuevamente: “Las lecciones para el
mundo”, refiriéndose a un país soberano que logró lo que luego
otros habrán de prolongar, enfrentarse al sin sentido y hacer valer
su soberanía, que no es, ni más ni menos, que la salud y bienestar
de su pueblo.
que bueno que hay otros medios para informarse
ResponderEliminarComo es posible que Fischermann no escriba esto si en la propia Argentina la gran mayoría de medios (y sobretodo los 2 principales conglomerados de tv, radio, internet y demas) se esmeran día tras día en desinformar a la misma población que es víctima de semejante atropello. Digo, que leyendo a los medios argentinos sobre el tema, Fische es un poroto.
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