lunes, 13 de julio de 2015

Los pueblos y sus cumbres


Breve análisis de lo que la CELAC-UE y la Cumbre de los Pueblos dejaron: un limitado reconocimiento de los jefes de estados latinoamericanos y la dificultosa „acreditación“ del  
panorama global informativo.


  Hace unos días, en Bruselas, Bélgica, los pueblos de América Latina, del Caribe y de Europa, se reunieron en el marco de la „Cumbre de los Pueblos“, con más de 1500 delegados/as representando a 346 organizaciones y movimientos sociales, provenientes de 43 países (tanto de Latinoamérica, como de Europa y Africa). Desde las 7 mesas de trabajo llevadas a cabo los días 10 y 11 de junio, en la cual representantes de los distintos movimientos sociales y organizaciones participaron, se confeccionó una declaración final que fue elevada a los jefes de estado presentes en la Cumbre de Estados Latinoamericanos y del Caribe, y la Union Europea (CELAC-UE, con las interesantes ausencias de EEUU y Canadá).
  No está demás repasar los puntos que este documento remarca: 1- el apoyo a la integración regional de América Latina y oposición a la intervención imperialista. 2- compromiso para actuar sobre el cambio climático para proteger el medio ambiente. 3- el apoyo a una sociedad igualitaria y oposición al neoliberalismo. 4- apoyo por los derechos humanos de los palestinos. 5- no al expansionismo de la OTAN. 6- oposición al racismo y la xenofobia. 7- apoyo por la transformación en el control de los medios de comunicación. Este último punto es uno de los principales argumentos para la existencia de una Cumbre de los Pueblos, lo cual queda en evidencia al notar la gran dificultad que los estados y/o comunidades, organizaciones e instituciones latinoamericanas enfrentan a la hora de difundir cualquier tipo de información sobre proyectos, actividades y/o manifestaciones (de cualquier tipo) que estén relacionadas con los puntos anteriormente expuestos. Para referirnos al principal motivo de la Cumbre de los Pueblos, es necesario retomar uno de los aportes que un delegado italiano presentó en la mesa de trabajo número 3, quien se preguntó: de qué tipo de unión estamos hablando? La respuesta a esta pregunta comienza con el claro ejemplo que la singular cobertura mediática de la reunión que mantuvieron la primer ministra alemana Angela Merkel y el presidente griego Alexis Tsipras significó. Los medios sencillamente llenaron sus espacios con especulaciones, sin reconocer el marco en el que la reunión tuvo lugar (CELAC-UE) ni informar sobre el contenido de dicho encuentro: si es que la reunión fue en tono conciliador, en apoyo a la soberanía griega y su independencia económica (puntos 1 y 2 de la declaración final) o si la reunión sólo significó un mero contacto diplomático para recrudecer la presión política haciendo hincapié en la deuda contraída por Grecia.
  Este ejemplo grafica a la perfección los endebles fundamentos de la UE, que fue creada para salvar a países centroeuropeos de una crisis financiera regional, para luego devenir en una pelea de poder (antes invadían, ahora endeudan). En cambio las uniones latinoamericanas tienen un fundamento real, basado en su patrimonio cultural. Es en las diferentes expresiones artísticas donde esto se puede ver claramente. Estas son el registro de una identidad, una identidad que las uniones latinoamericanas buscan fortalecer para luego hacer frente a los corrosivos agentes externos (y sus respectivos apoyos internos de turno) como el neoliberalismo y el neocolonialismo. El fortalecimiento de la identidad en la unión, fue el eje principal de la Cumbre de los Pueblos.
   Sin embargo, y aunque la organización de la Cumbre de los Pueblos a cargo de Venezuela y Cuba estuvo a la altura de las circunstancias, al arte, que es y fue una herramienta fundamental para la formación de identidad de los pueblos originarios, el principal registro de la cultura, y un efectivo medio de comunicación alternativo, no se le dio la importancia que debiera. Mas allá de los muy buenos espectáculos musicales, no se profundizó en el arte como factor fundamental en el fortalecimiento de la identidad. Esta crítica, no obstante, debe entenderse también como una dificultad producto, en parte, del reducido apoyo de varios representantes de las naciones que participaron en la CELAC-UE, pero no reconocieron la importancia de la Cumbre de los Pueblos. En contrapartida, participaron en el último encuentro de la cumbre (demostrando su compromiso y reconocimiento para con la cumbre): el vicepresidente de Honduras Ricardo Álvarez, el vicepresidente Venezolano Jorge Arriaza, el vicepresidente de Cuba Miguel Mario Días y el presidente de Ecuador Rafael Correa. Este último, con la claridad que lo caracteriza, informó en su discurso final a los allí presentes todo lo sucedido en la CELAC-UE, a la cual sólo los medios „acreditados“ pudieron asistir. 
   La pregunta del delegado italiano volvió a resonar en la memoria del público presente cuando el presidente ecuatoriano sintetizó en una frase todo lo anteriormente escrito, analizado y dicho: „Mientras los europeos tendrán que explicar a sus hijos por qué se unieron, nosotros tendremos que explicar a los nuestros por qué nos demoramos tanto“.

(artículo publicado en el Diario El Día, La Plata, Argentina)
Juan Pablo Pettoruti