jueves, 14 de septiembre de 2017

Redes, lenguaje y tendencia

 Los artículos “les“ y “lxs“ y una marcada tendencia en las redes sociales.

 Tal vez debido a la informalidad de las redes sociales, al no estar atadas a modales, y que su contenido no se aferre a líneas editoriales o busque llegar a determinados niveles de algún tipo de calidad, se dejan entrever en estas marcadas tendencias con respecto a las formas de expresión sus usuarios. Si entendiéramos los contenidos de las redes sociales como una forma de expresión provenientes de recortes de determinados universos sociales, entonces las tendencias que en estos espacios se expresan, podrían ser un interesante objeto de análisis. Es así como navegando en estos tormentosos mares de contenidos puede uno tropezarse sin quererlo con un subrepticio cambio lingüístico, o cuanto menos una interesante propuesta. Una de las tendencias que ha comenzado ya hace un tiempo a delinearse en las redes sociales, es el uso de los artículos unisex en los post, para evitar la omisión del género femenino en los caso en los que el idioma español así lo contempla, supuestamente incluyéndolo en un artículo que se lee y suena como el artículo plural masculino los. Esta particularidad de la lengua española que pareciera ser una cualidad menor, ha sido tomado como un potencial punto de cambio en la desigual consideración histórica de la mujer con respecto al hombre en las sociedades machistas. Teniendo en cuenta que el ser humano se refiere a la realidad principalmente mediante el lenguaje (o los lenguajes), tal vez un cambio certero en los idiomas sea lo que nos lleve casi sin darnos cuenta a una nueva forma de expresar la realidad y posteriormente interpretarla. La síntesis de los géneros femenino y masculino en un nuevo artículo: lxs o les, guarda en si un claro mensaje, y confronta a su vez la omisión del género femenino bajo una sonoridad masculina. ¿Constituye esta licencia en le lenguaje un problema para la expresión o para la interpretación? Es decir ¿podré hacerme entender utilizando al escribir también los artículos les o lxs? Por un lado el artículo lxs (cada vez más utilizado en los post de convocatorias en redes sociales) parece ser más amable a la lectura, debido a que, pese a su fin abarcativo, su dificultosa sonoridad termina por ser suplantada en el plano verbal (al leerse en voz alta) por los artículos las o los, lo cual es, en definitiva, una desventaja. Por otra parte el artículo les, aunque ya presente en la lengua española en forma por ejemplo de interjección, posee como artículo una sonoridad nueva, que pese a poder generar en un principio breves detenciones en la lectura, no debido a un quiebre en el sentido, sino producto del proceso de acostumbramiento de les lectores, es justamente esta nueva sonoridad la que evita la sustitución del artículo neutral o abarcativo por el género masculino o femenino en el plano verbal y mantiene, a su vez, el ritmo del escritor intacto. Se podría argüir rápidamente que la lengua española ya contiene herramientas para referirnos a ellos y a ellas cada vez que así nosotros lo dispusiéramos. Sucede que además de que el idioma español contiene en su “reglamento“ la omisión del género femenino en algunos casos como una forma correcta; de tomarnos el trabajo (desde ya genuino) de escribir en cada caso refiriéndonos tanto a los sujetos femeninos como al los masculinos, el ritmo de la lectura se vería perjudicado, entonces el argumento sería nuevamente, la falta de elocuencia. En el ámbito de la música, a pesar de su discutible condición de lenguaje, las convenciones han sido y serán fuertes y casi inamovibles pilares sobre los cuales se sostienen tanto las sonatas de Mozart, como los cortes de un nuevo album de Beyoncé. No obstante, cada cierta cantidad de años y una cantidad tal de circunstancias favorables, un Cage, un Kagel o una Björk ponen en jaque las convenciones musicales reinterpretándolas, reinventándolas o destruyendolas; y así comienzan a convivir en un mismo “lenguaje“ diversas formas de expresión, hasta que una nueva convención se establece. Esto que en el arte en general pareciera formar parte de un irremediable ciclo, en los idiomas no suele suceder. No sólo en las redes sociales se ha comenzado a utilizar de forma corriente este tipo de artículos. Algunas radios de trayectoria de capital federal, como por ejemplo La Tribu, ya han puesto en práctica el artículo les en muchos de sus programas. Un antecedente de similares caracteresticas es la exposición hecha por la doctora en Lenguas y Literaturas Romances Karina Galperin en el marco de las charlas TED Río de La Plata “¿Ase falta una nueba ortografía?“, en la cual la disertante pregunta al público si hace falta simplificar la ortografía, deshaciéndose, entre otras cosas, de la “H“ muda. En este caso el cambio que se propone es algo drástico, ya que además de confrontar una arraigada convención, Galperín también se pregunta por la vigencia de nuestro sistema educativo. En el caso anterior el tema se propone de forma teórica y sistemática, en cambio las convocatorias en facebook lo hacen de forma pragmática y despreocupada, y esto significa una gran ventaja, ya que el cambio propuesto no se ha planeado o premeditado, sino que forma parte de un devenir. Es en este último punto en el que el uso de los artículos unisex parecieran tratarse de un hecho, un cambio que ha comenzado a torcer la convención, tal como tantos otros pequeños e inadvertidos cambios que ha sufrido nuestro idioma español lo han hecho. La intención de este cambio es clara: la no omisión de un género tanto en el lenguaje escrito como en el verbal, y en consecuencia una expresión y posterior percepción sintética del discurso, que se refiera a una realidad tan masculina como femenina. El vértigo ante lo “erróneo“ es un clásico síntoma frente al vacío de la convención. La realidad cambiará en tanto nosotros la cambiemos, y preguntándonos todo, hasta los por qué de las más arraigadas convenciones, para luego discutirlos, puede ser un posible camino para comenzar a lograrlo. Será entonces oportuno tener en cuenta que: “El éxito de toda reforma ortográfica que toque hábitos tan arraigados, está en la prudencia, el consenso, el gradualismo y la tolerancia. Pero tampoco podemos dejar que el arraigo a viejas costumbres nos impidan seguir adelante.“(*) (*) Sic.: ¿Ase falta una nueba ortografía? - Karina Galperin - TED x Río de La Plata -

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